Lo primero que debe encontrar el agua es una esponja de poro grueso, medio. Esto quedará arriba del todo del compartimento central, podrás ver desde arriba cuando toca aclararla y la tendrás a mano para hacerlo. Si esta esponja es de poro fino, la cortaría por la mitad, pondría encima una de poro grueso y pasaría del perlón.
Si la esponja es de poro grueso, bajo esta algo de perlón sin prensar (2º lugar) pues retendrá las partículas finas evitando que cubran las superficies del material biológico, que sería el tercero y quedaría abajo del todo.
Cuidado con dejar libres las esquinas interiores, serían pasos rápidos que no convienen.
Hay mil maneras de hacerlo pero esta siempre funcionó y el mantenimiento resulta cómodo.