Si son raíces pequeñas que flotan se pueden meter en la cisterna del baño el tiempo necesario hasta que se hidraten y dejen de hacerlo. El cambio constante de agua también ayuda a limpiarlas de taninos.
Si las raíces son grandes no hay más remedio que utilizar la bañera.
Cociéndolas en una olla grande antes se acelera el tiempo que necesitan para hundirse ya que dilatan los poros y dejan escapar el aire y llenándose de líquido. Inmediatamente después los metes en agua fría y los dejas hasta que dejen de flotar
Si no puedes esperar y la impaciencia te puede hay varios truquitos para sujetarlos; se pueden meter en el acuario con una piedra encima, atarle una piedra por debajo y enterrarla en el sustrato para que no se vea, atarlo a una ventosa grande y fijarla al cristal inferior y grava encima...