Todas las orugas que he tenido son inofensivas, ni tan siquiera irritan la piel si se tocan, algo que no conviene hacer porque nosotros somos los que les podemos pasar enfermedades a ellas.
La fotografía macro hace que se vean las cosas al detalle y desde luego no es comparable a verlas al natural.
Ramón, el entomólogo que me pasó estas orugas utilizó el mismo término "gominola" y le queda estupendamente.