Anticipo de la primera semana de vacaciones accidentada. El clima, haciendo muestra de su intransigencia, me regaló una ventisca de nieve con vientos de 100Km/h al pie del Carlit (Cerdaña francesa) cuando rondaba los 2300 msnm, nieve que se fundía al contacto con cualquier cosa pues la temperatura no bajó de los 6ºC. Eso fue este martes 29 de julio. Ironías del destino, en la misma fecha hace cuatro años me pasó lo mismo en Picos de Europa tras atravesar los Horcados rojos bajando al Urriellu, menos mal del refu! Descenso precipitado y al traste con la ruta.
Plan B: Tercer día de vacas, primero en salir el sol... Me planto en Andorra.
Comentario obligado: Deleznable gestión de un territorio privilegiado en el que ya tan solo quedan algunos prados sin edificar en dos de sus valles.
Asciendo el valle de Ordino (Me juré no caminar hoy tras la paliza del día anterior...). Veo unas fotos publicitarias de la agencia de turismo gubernamental sobre el valle del Sorteny: Un circo glaciar en miniatura que recoge sus aguas en un ibón (Lago, estanque) a 2340 msnm. Otra preciosidad que requiere una pequeña ascensión de 560m pero en un trayecto muy corto (Vamos, una pared ) y yo sin rodillas...
Valió la pena! Unas paredes majestuosas rodean y protegen a un pequeño lago de 1.3 ha. de aguas cristalinas y encastado literalmente en una turbera en la que se alternan cespitosas y esfagnos formando un denso mantillo ácido que aparece desnudo en la ribera:
Un medio oligotrófico de no ser por las vacas que por allí pastan alimentando la turbera que a su vez libera los nutrientes, ácidos y sobretodo infusorios al agua, motivo por el que la escasa fauna acuática queda concentrada en la ribera de la que se alimenta.
Poca diversidad puede ofrecer un biotopo que permanece bajo el hielo y la nieve seis meses al año, lo que hace de sus habitantes unos supervivientes natos en un medio extremo:
Cerca de media hora me llevó esta foto, tumbado sobre la turbera (Que es una esponja) y por tanto empapado de agua, menos mal que por fin hacía sol! El tiempo que necesité para que se aclarara el agua tras exprimir un puñado de turba que liberó los infusorios que tanto les gustan (Por casualidad los peces no se acercan a 40Cm de un objetivo a menos que lo llenes de gusanos y te estés muy quietecito )
Un grupo de Phoxinus sp. (Creo que Phoxinus bigerri, otro piscardo) en pleno cortejo con sus hembras rellenitas y sus machos marcando unas llamativas excrecencias blancas sobre la cabeza:
Una verdadera lástima mi falta de pericia, que nos ha robado los tonos de color rojo carmín intenso en el nacimiento de las aletas... No me importaría tener un 200l. con un cardúmen en casa.
Escapada muy recomendable. Al menos tres endemismos botánicos en unas praderas únicas abarrotadas de flores e insectos lo que le han valido ser una reserva de la biosfera (A pocos Km de unas impresionantes e insostenibles pistas de esquí, claro...), el paraíso de un fotógrafo. Por cierto, la planta de flor amarilla entre el esfagno: Ranúnculus sp.?
Saludetes!