Hola Nell y resto de compañeros,
En nuestra experiencia el enemigo nº1 de los quistes de artemia es la humedad. La humedad ambiental penetra a través del corion (cáscara) y activa el desarrollo embrionario del nauplio. La manera más "eficaz" de hidratar el corion del quiste (y en consecuencia su interior) es enfriarlo y después exponerlo periódicamente a la humedad ambiental; esto produce una repetida condensación sobre la cáscara que va "bombeando" poco a poco agua en el quiste hasta que se alcanza un umbral que activa el desarrollo del embrión. Una vez se produce esta activación, no hay marcha atrás, si no eclosiona (en agua) ese nauplio morirá dentro del quiste en unos días. Esto va disminuyendo poco a poco la tasa de eclosión de esa partida de quistes
Por este motivo hace tiempo que no conservamos en frío los huevos de artemia que utilizamos todos los días, sino a temperatura ambiente, en un recipiente bien cerrado en cuyo interior hay (sobre el fondo del recipiente) una buena cantidad de desecante (1-2 cm de espesor,nosotros usamos cloruro de calcio, pero el silica-gel funciona igualmente bien). Dentro de ese recipiente mantenemos otro, algo más pequeño y sin tapa, apoyado sobre el desecante, que es el que contiene los quistes (es un sistema que llamamos tipo "matrioska") y que evita el contacto de los mismos con el desecante. Al abrirlo cada día, la pequeña cantidad de humedad ambiental que entra es atrapada rápidamente por el desecante, sin condensarse sobre los huevos ya que están a temperatura ambiente.
Por lo demás, sí que puede ser útil mantener en frío los huevos que se vayan a guardar durante largo tiempo, eso sí, en nuestra opinión deben estar en un recipiente perfectamente hermético (las bolsas zip raramente lo son), y siempre teniendo la precaución de dejar que se "atemperen" a temperatura ambiente durante unos días (sin abrir el envase durante este tiempo), antes de empezar a utilizarlos.
Esperamos haber aportado alguna idea de utilidad.
Un cordial saludo.