Neli, es un poco meterse en camisas de 11 varas para obtener beneficios que no merecen la pena en instalaciones domésticas.
En instalaciones acuícolas, donde las densidades son enormes, el estrés al que se ven sometidos los peces es muy alto y reducir en una semana el tiempo en el que alcazan talla comercial se traduce en un aumentos de los ingresos, el uso de probióticos tiene sentido y aún así no está apenas difundido.
Los ensayos deben hacerse entre especie de pez y cepa (no ya especie, cepa, y cada especie bacteriana puede tener cientos de cepas!), ya que de otro modo estaríamos extrapolando si tener certeza absoluta de que lo que sirva para un binomio especie-cepa lo haga para otra, y constan, entre otros pasos, de:
-Aislamiento de la cepa bacteriana.
-Cultivo in vitro de la cepa bacteriana.
-Aislamiento de las cepas patógenas.
-Cultivo in vitro de la cepas patógenas.
-Ensayo in vitro para demostrar la capacidad de las candidatas de desplazar/ acabar con bacterias patógenas.
-Ensayo para demostrar la inocuidad de las cepas estudiadas para los peces (inyección intraperitoneal).
-Ensayo para demostrar que las cepas estudiadas se implantan en el tracto digestivo del pez correctamente.
-Ensayo para demostrar que las cepas probioticas funcionan in vivo...
En resumen, hacerlo bien es muy caro y los beneficios no superan los gastos.
De todas formas, si quieres probar, prodrías hacerlo simplemente rebozando la comida, ya sea viva o pienso, en algún probiótico para consumo humano con Lactobacillus acidophilus. El "vehículo" es casi lo de menos, lo importante es la cepa y como se adapte al hospedador.