Acuario Norte

 
Este sitio utiliza cookies propias y de terceros. Si continúa navegando consideramos que acepta el uso de cookies. OK Más Información.

Autor Tema: Así es la araña violinista, la invasora más letal que una cobra  (Leído 13763 veces)

0 Usuarios y 1 Visitante están viendo este tema.

01-Junio-2019, 00:11
  • Moderador General
  • Veterano
  • *****
  • Mensajes: 1.360


Ejemplar de araña violinista. (C.C.)

Un hombre paseaba a sus perros junto a su mujer en una arboleda de Elda (Alicante) cuando sintió una picadura en la rodilla. Acudió con 40 grados de fiebre al hospital, donde fue ingresado y operado para extraerle el veneno después de que no surtiera efecto el antídoto que se le suministró, según explica 'Información'. Más de 10 días después, sufría necrosis en la pierna y permanecía ingresado mientras los médicos estudiaban la necesidad de una nueva intervención.

Había sufrido el ataque de una araña violinista o araña de rincón (Loxosceles Laeta), una especie procedente de Sudamérica perfectamente adaptada al clima mediterráneo. Como su propio nombre indica, suele refugiarse en grietas y huecos recónditos, pero cuando se ve acorralada en su escondite es capaz de huir rápidamente hacia otro surcando diminutas rendijas y utilizando grandes saltos. Es difiícil encontrarse con una y es difícil sufrir una picadura, pues se trata de un ejemplar poco agresivo que sólo atacará si no encuentra otra alternativa.

Aun más difícil es que inocule su veneno, que afecta de manera diferente a cada persona por su naturaleza proteolítica (degrada las proteínas mediante enzinas específicas). Para los más sensibles, puede resultar más tóxico que el de una cobra en términos relativos —las serpientes son de un tamaño mucho mayor y pueden inyectar más veneno—, al ser capaz de disolver los glóbulos rojos de la víctima y causar la muerte celular además de poder penetrar en el hígado y las vías biliares. Así por ejemplo, el pasado año se cobró la vida de un bebé en México que hasta tres días antes de morir recibió constantes transfusiones y se mantuvo conectado a una máquina que limpiaba las toxinas de su corriente sanguíneo.

La potencia de un veneno o sus componentes se mide por la capacidad de matar a un mayor número de individuos de una población estudiada, más concretamente, la cantidad de toxina que se requiere para eliminar al 50% de la población en cuestión. A este baremo, cuyos ensayos se suelen llevar a cabo en ratones, se le conoce como dosis letal 50 (DL50) y, de acuerdo a esta consideración, un animal es más peligroso en tanto requiera menos cantidad de veneno para matar a los mismos individuos. El DL50 de la violinista puede alcanzar hasta 0,48 mg/kg, mientras que el de la cobra india (Naja Naja) es de 1,2 mg/kg.

Este arácnido es fácilmente reconocible gracias a la mancha en forma de violín que presenta en la parte superior de su abdomen, de forma abultada, redonda y cubierto de delgadas vellosidades. Es de color negro, pardo o ceniza —en función del hábitat, gracias a su capacidad de mimetización—, tiene tres pares de ojos, ocho patas delgadas que se unen en la parte superior de su cuerpo y presenta un tamaño de entre 10 y 30 milímetros. Sus telarañas, pegajosas y de color blanco o gris, nunca se verán colgadas de árboles o en las paredes.

¿Cómo actuar ante una picadura?

La picadura de una violinista provoca una sensación punzante seguida de un fuerte dolor e hinchazón en la zona afectada. La herida se torna rojiza y el centro de la lesión puede convertirse en una úlcera necrótica que, en circunstancias normales, se desprende en varias semanas. No obstante, la aparición de fiebre o sangre en la orina pueden alertar de una mayor incidencia y es importante actuar con rapidez para evitar que el veneno se extienda. En estos casos, se recomienda aplicar frío de forma inmediata para frenar la velocidad de reacción y acudir inmediatamente a los servicios sanitarios.


Picadura de la araña violinista. (C.C./Sebiwi)

Aunque se trata de una araña poco común que prefiere ambientes cálidos y secos, no sólo se ha dejado ver en el Levante. Hace dos años, un vecino de Vallecas (Madrid) encontró un ejemplar en su cuarto de baño. Tal y como informa La Sexta, la Policía Municipal la trasladó entonces al parque zoológico Faunia, dada su peligrosidad, sin que pudiera esclarecerse cómo había llegado a la zona.

Fuente: El confidencial


01-Junio-2019, 00:19
Respuesta #1
  • Moderador General
  • Veterano
  • *****
  • Mensajes: 1.360

Los expertos descartan la alarma ante los supuestos ataques de la araña violinista en España


Araña violinista, en una imagen de Wikipedia. DROPUS / WIKIPEDIA

Ver más en: https://www.20minutos.es/noticia/3657976/0/los-expertos-descartan-la-alarma-ante-los-supuestos-ataques-de-la-arana-violinista/#xtor=AD-15&xts=467263

La araña violinista, perteneciente al género Loxosceles, "lleva décadas conviviendo con los humanos en la península y no es agresiva", han confirmado expertos consultados sobre las supuestas picaduras por este insecto, el último un hombre en Elche (Alicante), que permaneció diez días hospitalizado.

Conocida por la mancha oscura con forma de violín de su encefalotórax, esta peluda araña de color marrón “habita regiones cálidas repartidas por todo el mundo”, y  en España lleva décadas en zonas de actividad humana, por lo que no hay motivo de alarma”, ha explicado el profesor del Departamento de Biología Evolutiva de la Universidad de Barcelona (UB) Carlos Ribera.

Si bien “su veneno es lo suficientemente potente para causar heridas necróticas en humanos”, la Loxosceles rufescens, original del arco mediterráneo español, “no suele ser agresiva” y por ello “no es común registrar casos”, ha destacado.

El efecto de la picadura “depende de si la araña consigue atravesar la piel para inocular su veneno”, ha subrayado el investigador, y los síntomas pueden derivarse “de la propia sustancia tóxica o de los parásitos que transmite con el picotazo”.

La especie que habita en España es menos tóxica

Según el catedrático de la UB y experto en artrópodos Miquel Ángel Arnedo, “en España habita la especie Loxosceles rufescens, mientras que la Loxosceles laeta, con un veneno más potente, es propia de Sudamérica”. Ha añadido que en algunos medios "ha habido una confusión entre ambas, lo que puede llevar a pensar que hay especies invasoras establecidas aquí de las que no hay registro oficial”.

En este sentido, el coordinador del proyecto Life Invasaqua, Francisco José Oliva, ha señalado que la araña violinista "es un ejemplo más de esas especies exóticas invasoras que, por su gran repercusión social, pueden ser un estandarte de la información sobre los peligros para la salud que varias de estas especies invasoras".   

En su opinión, "son muy pocas las especies invasoras establecidas en el medio silvestre europeo que sean capaces de producir cuadros severos de envenenamiento en el hombre, pero ésta es una", lo que demuestra que "la problemática de las especies invasoras va mucho más allá de su efecto ecológico, con importantes repercusiones socioeconómicas y efectos sobre la salud que no debemos obviar".   

En el año 2017, las autoridades madrileñas avisaron por redes sociales de otra picadura de araña violinista, que en este caso fue capturada y trasladada al parque zoológico Faunia, donde se identificó como de la especie Loxoceles laeta.

Los viajes traen este tipo de especies invasoras

Este ejemplar “pudo haber llegado como consecuencia de la globalización y los viajes”, ha explicado el científico del Departamento de Biodiversidad y Biología Evolutiva del Museo de Ciencias Naturales, Óscar Soriano, quien ha precisado que la especie “se ha observado en otras partes de Europa”.

Estos arácnidos, también distribuidos por América del Norte y zonas de África, miden aproximadamente un centímetro de largo, poseen patas largas y finas y una cola alargada y su color varía del tono café a otros marrones más rojizos, ha explicado Carlos Ribera.

De costumbres nocturnas, prefieren los lugares oscuros y escondidos y pueden aparecer en cuevas, debajo de las piedras y en grietas, "pero también en rincones de algunas casas o armarios".

Fuente: 20 minutos


02-Junio-2019, 11:39
Respuesta #2

Velutinas, arañas chungas... esto de la globalización nos trae lo mejor de cada casa ehh!!
Cría cuervos.
Y tendrás muchos.


02-Junio-2019, 12:06
Respuesta #3
  • Colaborador
  • Veterano
  • ***
  • Mensajes: 8.114

El problema de esto es la alarma social que produce y que tiene un efecto negativo muchas veces, si ya por sistema se tiende a matar cualquier araña que se vea, con esto más aún. Sinceramente, visto lo visto, que es mínimo el riesgo por cantidad y comportamiento, el titular me parece desmesurado pero está claro que hoy en día vende el sensacionalismo.


03-Junio-2019, 09:00
Respuesta #4
  • Moderador General
  • Veterano
  • *****
  • Mensajes: 2.757

Periodismo de mierda... Sin más...

Por cierto, las arañas al igual que las serpientes no pican, muerden. La arañas lo hacen mediante sus quelíceros y las serpientes mediante sus colmillos pero picar, pican aquellos organismos dotados de aguijones como las abejas o escorpiones. Esta distinción tiene poca importancia para nosotros los mortales pero debiera ser importante para un supuesto periodista (Vaya, he usado la palabra "mortales". Mira que soy sensacionalista  :enj: )



03-Junio-2019, 17:48
Respuesta #5

Esque con esto de internet donde cada click cuenta, el poner un titular llamativo que te haga hacer click, es la norma y no la excepción.
Cría cuervos.
Y tendrás muchos.


03-Junio-2019, 21:18
Respuesta #6
  • Moderador General
  • Veterano
  • *****
  • Mensajes: 2.757

Tienes razón Noel. El problema viene cuando tan solo nos quedamos con los titulares y a lo sumo el primer párrafo: Todo el mundo a chafar arañas.

Como nos transcribe Gabri, tenemos otra especie del mismo género (Desde siempre...) y se parecen razonablemente. Todos llevamos hoy encima una cámara y un terminal que permite comunicarse (Algo por lo que hubiera matado cualquier reportero hace treinta años) pero la mayoría opta por eliminar ante la duda, al bicho en cuestión.

Creo que deberíamos esforzarnos por aleccionar a la gente a distanciarse primero y preguntar después. Es una opinión.