Acuario Norte

 
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Autor Tema: Las pruebas del cambio climático que debes conocer aunque Trump las niegue  (Leído 3388 veces)

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01-Junio-2017, 23:01
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Para quien no lo sepa, el nuevo presidente de EE UU sostiene que el cambio climático es una farsa urdida por China, diseñada para frenar al resto de economías mundiales. Toda la comunidad científica está en sintonía con la mayoría de líderes mundiales porque las evidencias científicas no solo son evidentes, hoy son mucho peores y agresivas de lo calculado. Estas son las últimas certezas.

De entre todos los potenciales problemas que supone la subida al poder de un empresario sin escrúpulos como Donald Trump, los relacionados con el medio ambiente son los que más preocupan a todos los científicos estudiosos de los procesos que llevan al cambio climático. Son personas dedicadas a buscar evidencias, experimentar, crear patrones de comportamiento de corrientes y que lo llevan haciendo décadas. La base de la preocupación no es que Trump niegue la existencia de lo que está ocurriendo, sino que ya ha afirmado que el último acuerdo del clima de París "es malo para los negocios de EEUU" y ha amenazado con salir.

Además, Trump, amenazó con suprimir por completo la Agencia de Protección del Medio Ambiente de EEUU, y aunque parece haberse echado atrás recomendó como administrador de la misma a Myron Ebell, quien es conocido por negar la existencia del cambio climático. Por si fuera poco, afirma que los parques eólicos son muy feos y afectan a la salud de la gente, está abierto a recortes masivos contra la investigación científica y tiene un vicepresidente cuyos conocimientos científicos le llevan a afirmar que fumar no provoca cáncer. Unos verdaderos fieras del sentido común.

Se calcula que tras su elección, la tendencia a la baja de emisiones de dióxido de carbono que estaba experimentando el país cambie y, en su nuevo mandato, haya más de 3,4 miles de millones de toneladas de emisiones de lo que hubiera supuesto una tendencia continuista. Las décadas de investigación y miles de científicos, con cuyas conclusiones Trump parece no comulgar, no están trabajando en una invención, claro. Hay evidencias irrefutables de todo lo que está pasando.

Entre 1990 y 2016 aumentaron las emisiones mundiales de gases que provocan el efecto invernadero. Esto es, emisiones de metano, hidrocarburos, dióxido de carbono y óxido nitroso que generan una capita de gases en la atmósfera sobre la que pueden entrar los rayos del sol, pero cuando rebotan en la tierra, en vez de salir, como en condiciones normales, se quedan dentro, creando ese incremento de temperatura. Todas las actividades humanas que emiten esos gases contribuyen a ese efecto, mayormente por combustibles fósiles como el carbón o el petróleo y gasolina.



Como consecuencia, la temperatura del planeta ha ido subiendo a ritmos acelerados. Este último año ha sido especialmente significativo. Ha sido el agosto más cálido en 136 años y la tendencia de los últimos años es un constante incremento. Desde principio de siglo la media de aumento ha sido 0,13º Fahrenheit por década. En Estados Unidos, desde 1970 crece al doble de velocidad. Los últimos cinco años han sido los más calurosos que se hayan medido nunca. En el ártico las temperaturas se han incrementado al doble del ritmo que los demás en el último siglo. Vamos batiendo récords.



La masa de hielo del ártico continúa su declive, la media de superficie en los últimos cinco años está en 4,7 millones de kilómetros cuadrados, casi un 30% menos que la media de 1980 a 2010. El punto mínimo se alcanzó en 2012, con 3,39 millones. Por otra parte, los glaciares de todo el mundo, sin contar los anteriores, han perdido 3.000 kilómetros cúbicos de agua y toda la cubierta de nieve del hemisferio norte sigue en constante regresión. Además, desde 1900 el suelo helado estacional ha decrecido en un 7% y el tiempo que los lagos permanecen helados ha decrecido a dos días por década desde el siglo XIX. A los niveles de emisión actuales, el hielo del ártico podría desaparecer del todo en 2045. La Nasa ha preparado un sencillo vídeo para comprobarlo.


Desde principio de siglo, el rimo de incremento de las precipitaciones se ha incrementado casi un 2% en las partes este de América, norte de Europa y Asia mientras ha experimentado lo contrario en el Sahel, zonas mediterráneas, sur de África y Asia. Las temperaturas superficiales de los océanos y la energía absorbida desde el sol han sido mayores en las últimas tres décadas que cualquier medida tomada desde principios del siglo XIX. Cuanto más absorben, y más temperatura tienen, los océanos incrementan el fenómeno del deshielo y la expansión termal, que hace que el nivel de agua en ellos crezca.



De 1900 a 2010 el nivel del mar aumentó a un ritmo de 1,7 milímetros al año. Desde el 93, esta cifra se ha convertido en 3mm/año. Si este incremento sigue ese curso, en 2100 el nivel del mar sería 0,6 metros más. Sin embargo, en el 95% de las ciudades costeras ese ritmo será más acelerado. Por ejemplo, en Nueva York, lugar de nacimiento y fuero del imperio del presidente que niega estos datos, podría alcanzar más de un metro. Se estima que más de un millón de personas tendrán que abandonar o moverse de esas zonas en ciudades como Nueva York, Osaka, Tokio o Nueva Orleans y más de dos millones en Bombay o Miami.

Todo esto, además, ha creado una correlación con fenómenos climáticos como huracanes, ciclones y otros eventos de gran magnitud en constante aumento desde hace 25 años. Los picos de temperatura influyen en este tipo de fenómenos, llevando a grandes inundaciones en Brasil, Surasia, estaciones secas en el Amazonas, y una cada vez más alarmante serie de manifestaciones del cambio climático. Precisamente, estos días se celebra en Marrakesh la cumbre del clima que revisa los tratados de París y organiza un plan de acción a partir de los últimos datos. El objetivo es no sobrepasar el aumento de dos grados de temperatura en 2050, ya que los 1,5º C que se estimaban ya parecían imposibles de cumplirse. El incumplimiento de EEUU podría ser determinante para no llegar a ello.

Fuente: Gonzoo


02-Junio-2017, 00:02
Respuesta #1
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Pese a las carísimas campañas negacionistas del cambio climático emprendidas hace ya dos décadas por lobbies norteamericanos, cuya difusión llego a crear opinión pública, hace ya varios años que la comunidad científica se decantó mayoritariamente por su existencia. Como no podía ser de otro modo, refrendó sus teorías con rigurosos estudios que así lo confirmaron.

Incontables cambios climáticos ha habido en nuestra propia historia como especie y algunos rapidísimos por cuestiones volcánicas, pero la composición de los gases de la atmósfera ha dejado clara nuestra impronta, es decir: La rapidez del fenómeno no es nueva (Uno de los factores en contra) pero los gases que la provocan a fecha de hoy, explican que su origen es la actividad humana. (Perdón)




02-Junio-2017, 18:48
Respuesta #2
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Ya no hacen falta campañas negacionistas, hoy el ¿Señor? Trump ha mandado a paseo el tratado de París.


05-Junio-2017, 19:13
Respuesta #3

Cría cuervos.
Y tendrás muchos.


05-Junio-2017, 21:11
Respuesta #4
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 Por desgracia... la cosa pinta muy mal, porque la mayoría de países se pasan los tratados por el forro de los .... :non: